Me casé hace unos meses y contratamos el reportaje de Ramón Casas... En ese momento no sabíamos el error que estabamos cometiendo.
Envío a otro fotógrafo el día de la boda, que hizo unas fotos horribles. Todas oscuras, con el mismo fondo. Se perdió momentos simbólicos y muy importantes, para fotografiar cosas que carecían de valor. Demostró tener la misma sensibilidad que una babosa.
Pero ahí no acaba la cosa. Luego venía el montaje que hacía la esposa de Ramón Casas. Desde luego, mi hijo de 5 años, lo hubiera hecho de forma más armónica y cuidada...
Aún lloro cuando recuerdo esas fotos, que no he vuelto a mirar desde que me las dieron...