Como recuperar el amor de mi pareja

Recuperar al ser amado
DC en este momento en cualquier lugar. En este momento tu pondrás tu concentración y tus pensamientos de nuevo en mí EG, tu entiendes que no puedes vivir sin mí. En este momento comenzarás a descartar tu orgullo. En este momento tu estás dispuesto a llamarme. En este momento estás pensando en mí DC . ¿Va a tratar de resistir. No te resistas. Si tu DC no me llamas ahora, me vas a llamar más tarde.... Pero ahora tu puedes estar seguro de que me llamarás. Tu entiendes que estás enamorado de mí y no puedes estar sin mi presencia. En este momento tu piensas en mí EG Invoco los tres ángeles, Miguel, Gabriel y Rafael, para iluminar tu corazón DC y deshacer cualquier duda. Lo que Miguel expulsará cerca de ti es el espíritu del mal, todas las influencias del mal. Gabriel para anunciar a ti DC mi nombre EG, que soplen al oído la palabra amor y te acuerdes de mí EG, anuncio a su ángel de la guarda. Rafael para que utilice el bálsamo curativo para sanar la desconfianza que se ha desarrollado en tu corazón, y para mantener abierta la cicatriz del amor y el deseo hacia mí EG. Que así sea. Con todo mi amor! Cuando este mensaje se publica en dos minutos él tendrá un impulso irresistible para que me llame. Cederá a lo que estoy esperando por ti

Un pequeño consejito
Entiendo perfectamente lo que pasa, yo estoy pasando por lo mismo en este momento y lo único que te puede aconsejar es que no te vayas de casa, yo lo hice y fue el peor error que pude cometer, ya que por el hecho de ser mujer, se cree que uno quiere libertinaje y otras cosas, pero no entienden cual es nuestro objetivo. Lucha por el amor que le tienes, y si él se quiere ir, déjalo, la única forma que valore tu amor es hechandote de menos.
Ojala suceda, y mucha fuerza para lo que viene más adelante, pidele fortaleza a Dios para que puedas salir adelante.
Un beso
Maya

Hola contertulios. Esta es la primera vez que escribo al foro, porque necesito consejo.
Mi marido y yo llevamos casi 3 años de matrimonio. Nos casamos profundamente enamorados, y aunque hay una diferencia de edad considerable (yo tengo 37 años y él está a punto de cumplir 29) él siempre fue el más maduro de los dos.. yo era un pequeño caballo desbocado que aprendió mucho a su lado.
Durante el último año parece que nos habíamos dormido un poco en los laureles. Aunque nos llevábamos bien y pasábamos muy buenos ratos juntos, fallaba esa "chispa" de los primeros años. Yo era consciente de esto, pero mi reacción fue una especie de apatía o indiferencia a la realidad, una "quietud". También he de decir que nunca fui especialmente buena con él, pequé en ocasiones de irritable y egoísta. El siempre ha sido honesto y sincero, pero también estuvo bastante tiempo sumido en una especie de depresión o "apatía" que hacía que ambos nos alejásemos un poco del centro de nuestra relación. Sin embargo las cosas iban aparentemente bien, hasta que un dia me fui de viaje. Cuando regresé, él en mi ausencia había salido mucho con sus amigos y había, según me dijo, "recuperado su adolescencia". También había conocido a una chica que le interesaba e intrigaba especialmente, y por la que más tarde confesó estar obsesionado, aunque en todo momento me aseguró que no había más que una amistad.
Tras mi viaje un buen dia me sentó a hablar con él y me dijo que sentía que había perdido parte de sus sentimientos hacia mí, que se había desenamorado y no sabía exactamente por qué, que no era en absoluto culpa mía sino que era un problema suyo... y que necesitaba espacio. Yo lo asumí con mucho dolor, porque mi intención fue recuperar lo nuestro y poder ser mejores el uno con el otro, recordar lo que nos había unido desde el principio y poder ser felices una vez más. Sin embargo, él estaba totalmente embaucado en su "renacimiento". Y aunque lo trató con mucho cuidado y tacto para no hacerme daño, no pudo evitar hacérmelo.
Acepté su necesidad de libertad, y quedamos en que una vez a la semana saldría con sus amigos, y aunque también eran los míos y muchas veces me apetecía apuntarme, yo no saldría para que él pudiera despejarse. Y aun sabiendo que aquella chica, que formaba parte de su grupo de amigos, estaría ahí, y que siempre acababan juntos los dos.
Pero hace una semana ocurrió algo que en cierto modo ya estaba anunciado... se "enrolló" con ella. Fue lo suficientemente cabal como para confesármelo y decirme que la sensación de angustia que había experimentado por su traición era proporcionalmente intensa a la sensación de felicidad que había experimentado cuando estuvo con ella. .. aunque seguía insistiendo en que no era un enamoramiento.
Aquello sinceramente me destrozó. Cuando me dijo que se había desenamorado la primera vez yo - ironías de la vida - recuperé de pronto todo el amor que había sentido por él y estuve - estoy - más segura que nunca de que podríamos hacernos felices. Pero esta vez la situación me superó. Así que decidimos cortar. Sin embargo yo volví a casa y le dije que nos diéramos una segunda oportunidad, que lo reintentáramos por lo menos para no echar por la borda 4 años de felicidad y el hecho de que aún nos queríamos mucho a pesar del abismo que se había abierto.
El estuvo de acuerdo conmigo y me prometió que lo intentaríamos.
Pero también me confesó en otras conversaciones que lo hacía en primer término por mí y segundo por los dos, y porque para él lo más importante era no herir a las personas que le rodean. Pero que seguía siendo cierto que sus sentimientos ya no eran tan fuertes y que no sabía si alguna vez los podría recuperar.
Tuvo un par de días muy depresivos, porque dijo que se "había cortado las alas" y porque en realidad había renunciado a lo que en el fondo deseaba - volver a enamorarse. Confesó que es un bohemio de la vida y que no puede evitar sus deseos o sentimientos. Todo esto como os podeis imaginar me duele muchísimo.
Sin embargo sigue conmigo, me da el cariño que sabe que necesito, ha dejado de salir con ese grupo, le ha pedido a esa chica que no se vean durante un tiempo, y se ha convertido en más o menos la persona que era antes de la crisis - pero con una careta puesta... como él mismo ha dicho. Lleva puesta la careta de la persona que me puede hacer feliz, pero no la de su actual estado de ánimo.
También me ha dicho que yo para él soy su hogar, y que me quiere mucho, pero que formo parte de su rutina como lo puede ser su trabajo, porque soy "lo de siempre". Que cuando salía por ahí, o incluso cuando sale, a veces prefiere estar solo por escapar a toda rutina y por ser mas él mismo. Me ha dicho que le gustaría que pudiéramos tener más distancia, que tuviéramos algo parecido a una "relación abierta", que yo no me cortase a la hora de tener alguna historia con otro hombre si así me apeteciera... pero que sabe que no estoy en absoluto preparada para nada así.
Y tiene razón. No se trata de un moralismo por mi parte, pero yo ahora más que nunca sé que le quiero con todo mi alma y que es para mí lo que me da fuerzas y apoyo en esta vida. También se que si le dejo ir será más feliz, pero en el fondo tengo la esperanza de que se de cuenta de lo que está haciendo, que tal vez sea una fase por la que está pasando, y que la magia de nuestra relación volverá.
No se si estoy pidiendo lo imposible, pero sé que hay alguna solución a esto.
Perdón por el larguísimo mensaje, y gracias a todos los que me habeis leido.
Alix14

Hola contertulios. Esta es la primera vez que escribo al foro, porque necesito consejo.
Mi marido y yo llevamos casi 3 años de matrimonio. Nos casamos profundamente enamorados, y aunque hay una diferencia de edad considerable (yo tengo 37 años y él está a punto de cumplir 29) él siempre fue el más maduro de los dos.. yo era un pequeño caballo desbocado que aprendió mucho a su lado.
Durante el último año parece que nos habíamos dormido un poco en los laureles. Aunque nos llevábamos bien y pasábamos muy buenos ratos juntos, fallaba esa "chispa" de los primeros años. Yo era consciente de esto, pero mi reacción fue una especie de apatía o indiferencia a la realidad, una "quietud". También he de decir que nunca fui especialmente buena con él, pequé en ocasiones de irritable y egoísta. El siempre ha sido honesto y sincero, pero también estuvo bastante tiempo sumido en una especie de depresión o "apatía" que hacía que ambos nos alejásemos un poco del centro de nuestra relación. Sin embargo las cosas iban aparentemente bien, hasta que un dia me fui de viaje. Cuando regresé, él en mi ausencia había salido mucho con sus amigos y había, según me dijo, "recuperado su adolescencia". También había conocido a una chica que le interesaba e intrigaba especialmente, y por la que más tarde confesó estar obsesionado, aunque en todo momento me aseguró que no había más que una amistad.
Tras mi viaje un buen dia me sentó a hablar con él y me dijo que sentía que había perdido parte de sus sentimientos hacia mí, que se había desenamorado y no sabía exactamente por qué, que no era en absoluto culpa mía sino que era un problema suyo... y que necesitaba espacio. Yo lo asumí con mucho dolor, porque mi intención fue recuperar lo nuestro y poder ser mejores el uno con el otro, recordar lo que nos había unido desde el principio y poder ser felices una vez más. Sin embargo, él estaba totalmente embaucado en su "renacimiento". Y aunque lo trató con mucho cuidado y tacto para no hacerme daño, no pudo evitar hacérmelo.
Acepté su necesidad de libertad, y quedamos en que una vez a la semana saldría con sus amigos, y aunque también eran los míos y muchas veces me apetecía apuntarme, yo no saldría para que él pudiera despejarse. Y aun sabiendo que aquella chica, que formaba parte de su grupo de amigos, estaría ahí, y que siempre acababan juntos los dos.
Pero hace una semana ocurrió algo que en cierto modo ya estaba anunciado... se "enrolló" con ella. Fue lo suficientemente cabal como para confesármelo y decirme que la sensación de angustia que había experimentado por su traición era proporcionalmente intensa a la sensación de felicidad que había experimentado cuando estuvo con ella. .. aunque seguía insistiendo en que no era un enamoramiento.
Aquello sinceramente me destrozó. Cuando me dijo que se había desenamorado la primera vez yo - ironías de la vida - recuperé de pronto todo el amor que había sentido por él y estuve - estoy - más segura que nunca de que podríamos hacernos felices. Pero esta vez la situación me superó. Así que decidimos cortar. Sin embargo yo volví a casa y le dije que nos diéramos una segunda oportunidad, que lo reintentáramos por lo menos para no echar por la borda 4 años de felicidad y el hecho de que aún nos queríamos mucho a pesar del abismo que se había abierto.
El estuvo de acuerdo conmigo y me prometió que lo intentaríamos.
Pero también me confesó en otras conversaciones que lo hacía en primer término por mí y segundo por los dos, y porque para él lo más importante era no herir a las personas que le rodean. Pero que seguía siendo cierto que sus sentimientos ya no eran tan fuertes y que no sabía si alguna vez los podría recuperar.
Tuvo un par de días muy depresivos, porque dijo que se "había cortado las alas" y porque en realidad había renunciado a lo que en el fondo deseaba - volver a enamorarse. Confesó que es un bohemio de la vida y que no puede evitar sus deseos o sentimientos. Todo esto como os podeis imaginar me duele muchísimo.
Sin embargo sigue conmigo, me da el cariño que sabe que necesito, ha dejado de salir con ese grupo, le ha pedido a esa chica que no se vean durante un tiempo, y se ha convertido en más o menos la persona que era antes de la crisis - pero con una careta puesta... como él mismo ha dicho. Lleva puesta la careta de la persona que me puede hacer feliz, pero no la de su actual estado de ánimo.
También me ha dicho que yo para él soy su hogar, y que me quiere mucho, pero que formo parte de su rutina como lo puede ser su trabajo, porque soy "lo de siempre". Que cuando salía por ahí, o incluso cuando sale, a veces prefiere estar solo por escapar a toda rutina y por ser mas él mismo. Me ha dicho que le gustaría que pudiéramos tener más distancia, que tuviéramos algo parecido a una "relación abierta", que yo no me cortase a la hora de tener alguna historia con otro hombre si así me apeteciera... pero que sabe que no estoy en absoluto preparada para nada así.
Y tiene razón. No se trata de un moralismo por mi parte, pero yo ahora más que nunca sé que le quiero con todo mi alma y que es para mí lo que me da fuerzas y apoyo en esta vida. También se que si le dejo ir será más feliz, pero en el fondo tengo la esperanza de que se de cuenta de lo que está haciendo, que tal vez sea una fase por la que está pasando, y que la magia de nuestra relación volverá.
No se si estoy pidiendo lo imposible, pero sé que hay alguna solución a esto.
Perdón por el larguísimo mensaje, y gracias a todos los que me habeis leido.
Alix14

Hola contertulios. Esta es la primera vez que escribo al foro, porque necesito consejo.
Mi marido y yo llevamos casi 3 años de matrimonio. Nos casamos profundamente enamorados, y aunque hay una diferencia de edad considerable (yo tengo 37 años y él está a punto de cumplir 29) él siempre fue el más maduro de los dos.. yo era un pequeño caballo desbocado que aprendió mucho a su lado.
Durante el último año parece que nos habíamos dormido un poco en los laureles. Aunque nos llevábamos bien y pasábamos muy buenos ratos juntos, fallaba esa "chispa" de los primeros años. Yo era consciente de esto, pero mi reacción fue una especie de apatía o indiferencia a la realidad, una "quietud". También he de decir que nunca fui especialmente buena con él, pequé en ocasiones de irritable y egoísta. El siempre ha sido honesto y sincero, pero también estuvo bastante tiempo sumido en una especie de depresión o "apatía" que hacía que ambos nos alejásemos un poco del centro de nuestra relación. Sin embargo las cosas iban aparentemente bien, hasta que un dia me fui de viaje. Cuando regresé, él en mi ausencia había salido mucho con sus amigos y había, según me dijo, "recuperado su adolescencia". También había conocido a una chica que le interesaba e intrigaba especialmente, y por la que más tarde confesó estar obsesionado, aunque en todo momento me aseguró que no había más que una amistad.
Tras mi viaje un buen dia me sentó a hablar con él y me dijo que sentía que había perdido parte de sus sentimientos hacia mí, que se había desenamorado y no sabía exactamente por qué, que no era en absoluto culpa mía sino que era un problema suyo... y que necesitaba espacio. Yo lo asumí con mucho dolor, porque mi intención fue recuperar lo nuestro y poder ser mejores el uno con el otro, recordar lo que nos había unido desde el principio y poder ser felices una vez más. Sin embargo, él estaba totalmente embaucado en su "renacimiento". Y aunque lo trató con mucho cuidado y tacto para no hacerme daño, no pudo evitar hacérmelo.
Acepté su necesidad de libertad, y quedamos en que una vez a la semana saldría con sus amigos, y aunque también eran los míos y muchas veces me apetecía apuntarme, yo no saldría para que él pudiera despejarse. Y aun sabiendo que aquella chica, que formaba parte de su grupo de amigos, estaría ahí, y que siempre acababan juntos los dos.
Pero hace una semana ocurrió algo que en cierto modo ya estaba anunciado... se "enrolló" con ella. Fue lo suficientemente cabal como para confesármelo y decirme que la sensación de angustia que había experimentado por su traición era proporcionalmente intensa a la sensación de felicidad que había experimentado cuando estuvo con ella. .. aunque seguía insistiendo en que no era un enamoramiento.
Aquello sinceramente me destrozó. Cuando me dijo que se había desenamorado la primera vez yo - ironías de la vida - recuperé de pronto todo el amor que había sentido por él y estuve - estoy - más segura que nunca de que podríamos hacernos felices. Pero esta vez la situación me superó. Así que decidimos cortar. Sin embargo yo volví a casa y le dije que nos diéramos una segunda oportunidad, que lo reintentáramos por lo menos para no echar por la borda 4 años de felicidad y el hecho de que aún nos queríamos mucho a pesar del abismo que se había abierto.
El estuvo de acuerdo conmigo y me prometió que lo intentaríamos.
Pero también me confesó en otras conversaciones que lo hacía en primer término por mí y segundo por los dos, y porque para él lo más importante era no herir a las personas que le rodean. Pero que seguía siendo cierto que sus sentimientos ya no eran tan fuertes y que no sabía si alguna vez los podría recuperar.
Tuvo un par de días muy depresivos, porque dijo que se "había cortado las alas" y porque en realidad había renunciado a lo que en el fondo deseaba - volver a enamorarse. Confesó que es un bohemio de la vida y que no puede evitar sus deseos o sentimientos. Todo esto como os podeis imaginar me duele muchísimo.
Sin embargo sigue conmigo, me da el cariño que sabe que necesito, ha dejado de salir con ese grupo, le ha pedido a esa chica que no se vean durante un tiempo, y se ha convertido en más o menos la persona que era antes de la crisis - pero con una careta puesta... como él mismo ha dicho. Lleva puesta la careta de la persona que me puede hacer feliz, pero no la de su actual estado de ánimo.
También me ha dicho que yo para él soy su hogar, y que me quiere mucho, pero que formo parte de su rutina como lo puede ser su trabajo, porque soy "lo de siempre". Que cuando salía por ahí, o incluso cuando sale, a veces prefiere estar solo por escapar a toda rutina y por ser mas él mismo. Me ha dicho que le gustaría que pudiéramos tener más distancia, que tuviéramos algo parecido a una "relación abierta", que yo no me cortase a la hora de tener alguna historia con otro hombre si así me apeteciera... pero que sabe que no estoy en absoluto preparada para nada así.
Y tiene razón. No se trata de un moralismo por mi parte, pero yo ahora más que nunca sé que le quiero con todo mi alma y que es para mí lo que me da fuerzas y apoyo en esta vida. También se que si le dejo ir será más feliz, pero en el fondo tengo la esperanza de que se de cuenta de lo que está haciendo, que tal vez sea una fase por la que está pasando, y que la magia de nuestra relación volverá.
No se si estoy pidiendo lo imposible, pero sé que hay alguna solución a esto.
Perdón por el larguísimo mensaje, y gracias a todos los que me habeis leido.
Alix14

Si quieres recuperar el amor de tu pareja le puedes enviar a este señor. Puedes hacerlo con una unión de amor te va funcionar como me funciono a min una amiga me lo recomendó y mefue bien el trabajo del señor Pastor Sandoval me dijo que era brujo muy bueno. Te lo recomiendo porque ahora estamos tranquilos. Puedes tener la confianza que las cosas se van arreglar puedes contactar al +51913522609 

Y cuanto te costó el producto para el amarre de amor 

Hola contertulios. Esta es la primera vez que escribo al foro, porque necesito consejo.
Mi marido y yo llevamos casi 3 años de matrimonio. Nos casamos profundamente enamorados, y aunque hay una diferencia de edad considerable (yo tengo 37 años y él está a punto de cumplir 29) él siempre fue el más maduro de los dos.. yo era un pequeño caballo desbocado que aprendió mucho a su lado.
Durante el último año parece que nos habíamos dormido un poco en los laureles. Aunque nos llevábamos bien y pasábamos muy buenos ratos juntos, fallaba esa "chispa" de los primeros años. Yo era consciente de esto, pero mi reacción fue una especie de apatía o indiferencia a la realidad, una "quietud". También he de decir que nunca fui especialmente buena con él, pequé en ocasiones de irritable y egoísta. El siempre ha sido honesto y sincero, pero también estuvo bastante tiempo sumido en una especie de depresión o "apatía" que hacía que ambos nos alejásemos un poco del centro de nuestra relación. Sin embargo las cosas iban aparentemente bien, hasta que un dia me fui de viaje. Cuando regresé, él en mi ausencia había salido mucho con sus amigos y había, según me dijo, "recuperado su adolescencia". También había conocido a una chica que le interesaba e intrigaba especialmente, y por la que más tarde confesó estar obsesionado, aunque en todo momento me aseguró que no había más que una amistad.
Tras mi viaje un buen dia me sentó a hablar con él y me dijo que sentía que había perdido parte de sus sentimientos hacia mí, que se había desenamorado y no sabía exactamente por qué, que no era en absoluto culpa mía sino que era un problema suyo... y que necesitaba espacio. Yo lo asumí con mucho dolor, porque mi intención fue recuperar lo nuestro y poder ser mejores el uno con el otro, recordar lo que nos había unido desde el principio y poder ser felices una vez más. Sin embargo, él estaba totalmente embaucado en su "renacimiento". Y aunque lo trató con mucho cuidado y tacto para no hacerme daño, no pudo evitar hacérmelo.
Acepté su necesidad de libertad, y quedamos en que una vez a la semana saldría con sus amigos, y aunque también eran los míos y muchas veces me apetecía apuntarme, yo no saldría para que él pudiera despejarse. Y aun sabiendo que aquella chica, que formaba parte de su grupo de amigos, estaría ahí, y que siempre acababan juntos los dos.
Pero hace una semana ocurrió algo que en cierto modo ya estaba anunciado... se "enrolló" con ella. Fue lo suficientemente cabal como para confesármelo y decirme que la sensación de angustia que había experimentado por su traición era proporcionalmente intensa a la sensación de felicidad que había experimentado cuando estuvo con ella. .. aunque seguía insistiendo en que no era un enamoramiento.
Aquello sinceramente me destrozó. Cuando me dijo que se había desenamorado la primera vez yo - ironías de la vida - recuperé de pronto todo el amor que había sentido por él y estuve - estoy - más segura que nunca de que podríamos hacernos felices. Pero esta vez la situación me superó. Así que decidimos cortar. Sin embargo yo volví a casa y le dije que nos diéramos una segunda oportunidad, que lo reintentáramos por lo menos para no echar por la borda 4 años de felicidad y el hecho de que aún nos queríamos mucho a pesar del abismo que se había abierto.
El estuvo de acuerdo conmigo y me prometió que lo intentaríamos.
Pero también me confesó en otras conversaciones que lo hacía en primer término por mí y segundo por los dos, y porque para él lo más importante era no herir a las personas que le rodean. Pero que seguía siendo cierto que sus sentimientos ya no eran tan fuertes y que no sabía si alguna vez los podría recuperar.
Tuvo un par de días muy depresivos, porque dijo que se "había cortado las alas" y porque en realidad había renunciado a lo que en el fondo deseaba - volver a enamorarse. Confesó que es un bohemio de la vida y que no puede evitar sus deseos o sentimientos. Todo esto como os podeis imaginar me duele muchísimo.
Sin embargo sigue conmigo, me da el cariño que sabe que necesito, ha dejado de salir con ese grupo, le ha pedido a esa chica que no se vean durante un tiempo, y se ha convertido en más o menos la persona que era antes de la crisis - pero con una careta puesta... como él mismo ha dicho. Lleva puesta la careta de la persona que me puede hacer feliz, pero no la de su actual estado de ánimo.
También me ha dicho que yo para él soy su hogar, y que me quiere mucho, pero que formo parte de su rutina como lo puede ser su trabajo, porque soy "lo de siempre". Que cuando salía por ahí, o incluso cuando sale, a veces prefiere estar solo por escapar a toda rutina y por ser mas él mismo. Me ha dicho que le gustaría que pudiéramos tener más distancia, que tuviéramos algo parecido a una "relación abierta", que yo no me cortase a la hora de tener alguna historia con otro hombre si así me apeteciera... pero que sabe que no estoy en absoluto preparada para nada así.
Y tiene razón. No se trata de un moralismo por mi parte, pero yo ahora más que nunca sé que le quiero con todo mi alma y que es para mí lo que me da fuerzas y apoyo en esta vida. También se que si le dejo ir será más feliz, pero en el fondo tengo la esperanza de que se de cuenta de lo que está haciendo, que tal vez sea una fase por la que está pasando, y que la magia de nuestra relación volverá.
No se si estoy pidiendo lo imposible, pero sé que hay alguna solución a esto.
Perdón por el larguísimo mensaje, y gracias a todos los que me habeis leido.
Alix14

cuando ya no sabia que hacer estaba pasando muy mal fue con holis que tuve resultados con el trabajo tambien me ayudo 

Hola contertulios. Esta es la primera vez que escribo al foro, porque necesito consejo.
Mi marido y yo llevamos casi 3 años de matrimonio. Nos casamos profundamente enamorados, y aunque hay una diferencia de edad considerable (yo tengo 37 años y él está a punto de cumplir 29) él siempre fue el más maduro de los dos.. yo era un pequeño caballo desbocado que aprendió mucho a su lado.
Durante el último año parece que nos habíamos dormido un poco en los laureles. Aunque nos llevábamos bien y pasábamos muy buenos ratos juntos, fallaba esa "chispa" de los primeros años. Yo era consciente de esto, pero mi reacción fue una especie de apatía o indiferencia a la realidad, una "quietud". También he de decir que nunca fui especialmente buena con él, pequé en ocasiones de irritable y egoísta. El siempre ha sido honesto y sincero, pero también estuvo bastante tiempo sumido en una especie de depresión o "apatía" que hacía que ambos nos alejásemos un poco del centro de nuestra relación. Sin embargo las cosas iban aparentemente bien, hasta que un dia me fui de viaje. Cuando regresé, él en mi ausencia había salido mucho con sus amigos y había, según me dijo, "recuperado su adolescencia". También había conocido a una chica que le interesaba e intrigaba especialmente, y por la que más tarde confesó estar obsesionado, aunque en todo momento me aseguró que no había más que una amistad.
Tras mi viaje un buen dia me sentó a hablar con él y me dijo que sentía que había perdido parte de sus sentimientos hacia mí, que se había desenamorado y no sabía exactamente por qué, que no era en absoluto culpa mía sino que era un problema suyo... y que necesitaba espacio. Yo lo asumí con mucho dolor, porque mi intención fue recuperar lo nuestro y poder ser mejores el uno con el otro, recordar lo que nos había unido desde el principio y poder ser felices una vez más. Sin embargo, él estaba totalmente embaucado en su "renacimiento". Y aunque lo trató con mucho cuidado y tacto para no hacerme daño, no pudo evitar hacérmelo.
Acepté su necesidad de libertad, y quedamos en que una vez a la semana saldría con sus amigos, y aunque también eran los míos y muchas veces me apetecía apuntarme, yo no saldría para que él pudiera despejarse. Y aun sabiendo que aquella chica, que formaba parte de su grupo de amigos, estaría ahí, y que siempre acababan juntos los dos.
Pero hace una semana ocurrió algo que en cierto modo ya estaba anunciado... se "enrolló" con ella. Fue lo suficientemente cabal como para confesármelo y decirme que la sensación de angustia que había experimentado por su traición era proporcionalmente intensa a la sensación de felicidad que había experimentado cuando estuvo con ella. .. aunque seguía insistiendo en que no era un enamoramiento.
Aquello sinceramente me destrozó. Cuando me dijo que se había desenamorado la primera vez yo - ironías de la vida - recuperé de pronto todo el amor que había sentido por él y estuve - estoy - más segura que nunca de que podríamos hacernos felices. Pero esta vez la situación me superó. Así que decidimos cortar. Sin embargo yo volví a casa y le dije que nos diéramos una segunda oportunidad, que lo reintentáramos por lo menos para no echar por la borda 4 años de felicidad y el hecho de que aún nos queríamos mucho a pesar del abismo que se había abierto.
El estuvo de acuerdo conmigo y me prometió que lo intentaríamos.
Pero también me confesó en otras conversaciones que lo hacía en primer término por mí y segundo por los dos, y porque para él lo más importante era no herir a las personas que le rodean. Pero que seguía siendo cierto que sus sentimientos ya no eran tan fuertes y que no sabía si alguna vez los podría recuperar.
Tuvo un par de días muy depresivos, porque dijo que se "había cortado las alas" y porque en realidad había renunciado a lo que en el fondo deseaba - volver a enamorarse. Confesó que es un bohemio de la vida y que no puede evitar sus deseos o sentimientos. Todo esto como os podeis imaginar me duele muchísimo.
Sin embargo sigue conmigo, me da el cariño que sabe que necesito, ha dejado de salir con ese grupo, le ha pedido a esa chica que no se vean durante un tiempo, y se ha convertido en más o menos la persona que era antes de la crisis - pero con una careta puesta... como él mismo ha dicho. Lleva puesta la careta de la persona que me puede hacer feliz, pero no la de su actual estado de ánimo.
También me ha dicho que yo para él soy su hogar, y que me quiere mucho, pero que formo parte de su rutina como lo puede ser su trabajo, porque soy "lo de siempre". Que cuando salía por ahí, o incluso cuando sale, a veces prefiere estar solo por escapar a toda rutina y por ser mas él mismo. Me ha dicho que le gustaría que pudiéramos tener más distancia, que tuviéramos algo parecido a una "relación abierta", que yo no me cortase a la hora de tener alguna historia con otro hombre si así me apeteciera... pero que sabe que no estoy en absoluto preparada para nada así.
Y tiene razón. No se trata de un moralismo por mi parte, pero yo ahora más que nunca sé que le quiero con todo mi alma y que es para mí lo que me da fuerzas y apoyo en esta vida. También se que si le dejo ir será más feliz, pero en el fondo tengo la esperanza de que se de cuenta de lo que está haciendo, que tal vez sea una fase por la que está pasando, y que la magia de nuestra relación volverá.
No se si estoy pidiendo lo imposible, pero sé que hay alguna solución a esto.
Perdón por el larguísimo mensaje, y gracias a todos los que me habeis leido.
Alix14

Hola contertulios. Esta es la primera vez que escribo al foro, porque necesito consejo.
Mi marido y yo llevamos casi 3 años de matrimonio. Nos casamos profundamente enamorados, y aunque hay una diferencia de edad considerable (yo tengo 37 años y él está a punto de cumplir 29) él siempre fue el más maduro de los dos.. yo era un pequeño caballo desbocado que aprendió mucho a su lado.
Durante el último año parece que nos habíamos dormido un poco en los laureles. Aunque nos llevábamos bien y pasábamos muy buenos ratos juntos, fallaba esa "chispa" de los primeros años. Yo era consciente de esto, pero mi reacción fue una especie de apatía o indiferencia a la realidad, una "quietud". También he de decir que nunca fui especialmente buena con él, pequé en ocasiones de irritable y egoísta. El siempre ha sido honesto y sincero, pero también estuvo bastante tiempo sumido en una especie de depresión o "apatía" que hacía que ambos nos alejásemos un poco del centro de nuestra relación. Sin embargo las cosas iban aparentemente bien, hasta que un dia me fui de viaje. Cuando regresé, él en mi ausencia había salido mucho con sus amigos y había, según me dijo, "recuperado su adolescencia". También había conocido a una chica que le interesaba e intrigaba especialmente, y por la que más tarde confesó estar obsesionado, aunque en todo momento me aseguró que no había más que una amistad.
Tras mi viaje un buen dia me sentó a hablar con él y me dijo que sentía que había perdido parte de sus sentimientos hacia mí, que se había desenamorado y no sabía exactamente por qué, que no era en absoluto culpa mía sino que era un problema suyo... y que necesitaba espacio. Yo lo asumí con mucho dolor, porque mi intención fue recuperar lo nuestro y poder ser mejores el uno con el otro, recordar lo que nos había unido desde el principio y poder ser felices una vez más. Sin embargo, él estaba totalmente embaucado en su "renacimiento". Y aunque lo trató con mucho cuidado y tacto para no hacerme daño, no pudo evitar hacérmelo.
Acepté su necesidad de libertad, y quedamos en que una vez a la semana saldría con sus amigos, y aunque también eran los míos y muchas veces me apetecía apuntarme, yo no saldría para que él pudiera despejarse. Y aun sabiendo que aquella chica, que formaba parte de su grupo de amigos, estaría ahí, y que siempre acababan juntos los dos.
Pero hace una semana ocurrió algo que en cierto modo ya estaba anunciado... se "enrolló" con ella. Fue lo suficientemente cabal como para confesármelo y decirme que la sensación de angustia que había experimentado por su traición era proporcionalmente intensa a la sensación de felicidad que había experimentado cuando estuvo con ella. .. aunque seguía insistiendo en que no era un enamoramiento.
Aquello sinceramente me destrozó. Cuando me dijo que se había desenamorado la primera vez yo - ironías de la vida - recuperé de pronto todo el amor que había sentido por él y estuve - estoy - más segura que nunca de que podríamos hacernos felices. Pero esta vez la situación me superó. Así que decidimos cortar. Sin embargo yo volví a casa y le dije que nos diéramos una segunda oportunidad, que lo reintentáramos por lo menos para no echar por la borda 4 años de felicidad y el hecho de que aún nos queríamos mucho a pesar del abismo que se había abierto.
El estuvo de acuerdo conmigo y me prometió que lo intentaríamos.
Pero también me confesó en otras conversaciones que lo hacía en primer término por mí y segundo por los dos, y porque para él lo más importante era no herir a las personas que le rodean. Pero que seguía siendo cierto que sus sentimientos ya no eran tan fuertes y que no sabía si alguna vez los podría recuperar.
Tuvo un par de días muy depresivos, porque dijo que se "había cortado las alas" y porque en realidad había renunciado a lo que en el fondo deseaba - volver a enamorarse. Confesó que es un bohemio de la vida y que no puede evitar sus deseos o sentimientos. Todo esto como os podeis imaginar me duele muchísimo.
Sin embargo sigue conmigo, me da el cariño que sabe que necesito, ha dejado de salir con ese grupo, le ha pedido a esa chica que no se vean durante un tiempo, y se ha convertido en más o menos la persona que era antes de la crisis - pero con una careta puesta... como él mismo ha dicho. Lleva puesta la careta de la persona que me puede hacer feliz, pero no la de su actual estado de ánimo.
También me ha dicho que yo para él soy su hogar, y que me quiere mucho, pero que formo parte de su rutina como lo puede ser su trabajo, porque soy "lo de siempre". Que cuando salía por ahí, o incluso cuando sale, a veces prefiere estar solo por escapar a toda rutina y por ser mas él mismo. Me ha dicho que le gustaría que pudiéramos tener más distancia, que tuviéramos algo parecido a una "relación abierta", que yo no me cortase a la hora de tener alguna historia con otro hombre si así me apeteciera... pero que sabe que no estoy en absoluto preparada para nada así.
Y tiene razón. No se trata de un moralismo por mi parte, pero yo ahora más que nunca sé que le quiero con todo mi alma y que es para mí lo que me da fuerzas y apoyo en esta vida. También se que si le dejo ir será más feliz, pero en el fondo tengo la esperanza de que se de cuenta de lo que está haciendo, que tal vez sea una fase por la que está pasando, y que la magia de nuestra relación volverá.
No se si estoy pidiendo lo imposible, pero sé que hay alguna solución a esto.
Perdón por el larguísimo mensaje, y gracias a todos los que me habeis leido.
Alix14

Hola contertulios. Esta es la primera vez que escribo al foro, porque necesito consejo.
Mi marido y yo llevamos casi 3 años de matrimonio. Nos casamos profundamente enamorados, y aunque hay una diferencia de edad considerable (yo tengo 37 años y él está a punto de cumplir 29) él siempre fue el más maduro de los dos.. yo era un pequeño caballo desbocado que aprendió mucho a su lado.
Durante el último año parece que nos habíamos dormido un poco en los laureles. Aunque nos llevábamos bien y pasábamos muy buenos ratos juntos, fallaba esa "chispa" de los primeros años. Yo era consciente de esto, pero mi reacción fue una especie de apatía o indiferencia a la realidad, una "quietud". También he de decir que nunca fui especialmente buena con él, pequé en ocasiones de irritable y egoísta. El siempre ha sido honesto y sincero, pero también estuvo bastante tiempo sumido en una especie de depresión o "apatía" que hacía que ambos nos alejásemos un poco del centro de nuestra relación. Sin embargo las cosas iban aparentemente bien, hasta que un dia me fui de viaje. Cuando regresé, él en mi ausencia había salido mucho con sus amigos y había, según me dijo, "recuperado su adolescencia". También había conocido a una chica que le interesaba e intrigaba especialmente, y por la que más tarde confesó estar obsesionado, aunque en todo momento me aseguró que no había más que una amistad.
Tras mi viaje un buen dia me sentó a hablar con él y me dijo que sentía que había perdido parte de sus sentimientos hacia mí, que se había desenamorado y no sabía exactamente por qué, que no era en absoluto culpa mía sino que era un problema suyo... y que necesitaba espacio. Yo lo asumí con mucho dolor, porque mi intención fue recuperar lo nuestro y poder ser mejores el uno con el otro, recordar lo que nos había unido desde el principio y poder ser felices una vez más. Sin embargo, él estaba totalmente embaucado en su "renacimiento". Y aunque lo trató con mucho cuidado y tacto para no hacerme daño, no pudo evitar hacérmelo.
Acepté su necesidad de libertad, y quedamos en que una vez a la semana saldría con sus amigos, y aunque también eran los míos y muchas veces me apetecía apuntarme, yo no saldría para que él pudiera despejarse. Y aun sabiendo que aquella chica, que formaba parte de su grupo de amigos, estaría ahí, y que siempre acababan juntos los dos.
Pero hace una semana ocurrió algo que en cierto modo ya estaba anunciado... se "enrolló" con ella. Fue lo suficientemente cabal como para confesármelo y decirme que la sensación de angustia que había experimentado por su traición era proporcionalmente intensa a la sensación de felicidad que había experimentado cuando estuvo con ella. .. aunque seguía insistiendo en que no era un enamoramiento.
Aquello sinceramente me destrozó. Cuando me dijo que se había desenamorado la primera vez yo - ironías de la vida - recuperé de pronto todo el amor que había sentido por él y estuve - estoy - más segura que nunca de que podríamos hacernos felices. Pero esta vez la situación me superó. Así que decidimos cortar. Sin embargo yo volví a casa y le dije que nos diéramos una segunda oportunidad, que lo reintentáramos por lo menos para no echar por la borda 4 años de felicidad y el hecho de que aún nos queríamos mucho a pesar del abismo que se había abierto.
El estuvo de acuerdo conmigo y me prometió que lo intentaríamos.
Pero también me confesó en otras conversaciones que lo hacía en primer término por mí y segundo por los dos, y porque para él lo más importante era no herir a las personas que le rodean. Pero que seguía siendo cierto que sus sentimientos ya no eran tan fuertes y que no sabía si alguna vez los podría recuperar.
Tuvo un par de días muy depresivos, porque dijo que se "había cortado las alas" y porque en realidad había renunciado a lo que en el fondo deseaba - volver a enamorarse. Confesó que es un bohemio de la vida y que no puede evitar sus deseos o sentimientos. Todo esto como os podeis imaginar me duele muchísimo.
Sin embargo sigue conmigo, me da el cariño que sabe que necesito, ha dejado de salir con ese grupo, le ha pedido a esa chica que no se vean durante un tiempo, y se ha convertido en más o menos la persona que era antes de la crisis - pero con una careta puesta... como él mismo ha dicho. Lleva puesta la careta de la persona que me puede hacer feliz, pero no la de su actual estado de ánimo.
También me ha dicho que yo para él soy su hogar, y que me quiere mucho, pero que formo parte de su rutina como lo puede ser su trabajo, porque soy "lo de siempre". Que cuando salía por ahí, o incluso cuando sale, a veces prefiere estar solo por escapar a toda rutina y por ser mas él mismo. Me ha dicho que le gustaría que pudiéramos tener más distancia, que tuviéramos algo parecido a una "relación abierta", que yo no me cortase a la hora de tener alguna historia con otro hombre si así me apeteciera... pero que sabe que no estoy en absoluto preparada para nada así.
Y tiene razón. No se trata de un moralismo por mi parte, pero yo ahora más que nunca sé que le quiero con todo mi alma y que es para mí lo que me da fuerzas y apoyo en esta vida. También se que si le dejo ir será más feliz, pero en el fondo tengo la esperanza de que se de cuenta de lo que está haciendo, que tal vez sea una fase por la que está pasando, y que la magia de nuestra relación volverá.
No se si estoy pidiendo lo imposible, pero sé que hay alguna solución a esto.
Perdón por el larguísimo mensaje, y gracias a todos los que me habeis leido.
Alix14

Yo tengo ya tiempo con mi pareja pero hubo un tiempo que tuvimos separados fue todo por mis celos es que era muy desconfiada el me habia sido infiel y eso aun no habia sanada y los problemas eran ya constante cuando no me contestaba el telefono y aunque el me decia que no me preocupara que el me ama a mi su conducta no era del todo normal no le gustaba que agarrara el telefono de el que eso era privado de cada quien pero lo cierto es que no me gustaba nada esa situacion y fue que decidi hacer un trabajo de amor para reforzar nuestra relacion y seguir trabajando en nosotros y ahora el me recibe como es debido me hace sentir amada y mi confianza ha mejorado mucho,  fue muy seguro y efectivo el servicio de HOLIS AMADO 

habla con este señor, se que no te vas a arrepentir, te cuento que el aparte de salva mi relacion, logro lo que no habian logrado casi seis años de relacion que fue que el se comprometiera, y decidiera casarse conmigo, ya te podras imaginar lo bueno que es te paso su contacto +58 4120613264