Matrimonio ahh gaagg

De la libertad del matrimonio Agag-Aznarhttp://www.carmenarredondo.com/siglo/his-torico/curioso2005/659Curioso.htm

Idílicas, románticas, incluso apasionadas fotografías de Ana Aznar y Alejandro Agag, navegando por aguas del Mediterráneo, cabe la isla de Cerdeña, en una coqueta embarcación, según la amable crónica de la revista Diez Minutos. Y es que Ana Aznar, Alejandro Agag y su retoño son la viva imagen de una familia feliz, como sostiene la publicación mencionada. Querido Luis, te traigo esta revista porque tiene unas páginas que seguro que te interesarán, me dijo cariñosamente Adela, que desde hace bastantes años es la compañera sentimental de mi nieto mayor, Roberto. Y, en efecto, Adela, secretaria de un conocido abogado madrileño vinculado al PP, cuyo nombre omitiré para no comprometerle en lo más mínimo, puesto que yo no soy precisamente grato en los ambientes conservadores, me enseñó las fotos de la hija de Aznar y de su marido, publicadas en ese simpático semanario de colorines. Entre otras imágenes, puede observarse el momento en el que él riega a su santa esposa con una ducha y luego ambos se besan tiernamente en la boca, mientras ella minutos después, luciendo un bonito bañador con cinturón, lleva a su niño a darse un baño, sin olvidar una pelota para que juegue. Puede observarse también el bonito velero del que disfrutaron los Agag en sus días en Cerdeña.

Ana está embarazada y el nacimiento se aguarda para el futuro diciembre: A Ana ya se le nota la tripita () La pareja, que reside habitualmente en Londres, bajó del yate para disfrutar de un baño en el Mediterráneo. Tras el chapuzón, Alejandro subió a bordo y ayudó a su mujer a hacerlo. Él, director general del Banco Portugués de Negocios en la capital británica, se mostró muy solícito y atento con su mujer. ¡Qué ejemplar estampa, sin ningún género de dudas, la de Ana y Alejandro! ¡Días de verano, de vino y de rosas, para estos jóvenes esposos, protagonistas los dos de una de las bodas de mayor realce y solemnidad celebradas durante las últimas décadas en España, allá en la imperial iglesia de El Escorial, con el cardenal Rouco Varela oficiando la ceremonia y velando de este modo por la continuidad de la familia en general, que se halla tan amenazada últimamente en nuestra patria, rodeados los Aznar y los Agag de la flor y nata de la derecha española y de algunos próceres y estadistas extranjeros pero amigos!

Sigamos recreándonos con la sencilla a la par que entrañable narración de Diez Minutos: Otro día, se acercaron hasta la costa. Allí, con la ayuda de una niñera, Ana ejerció de madraza y disfrutó con su pequeño Alejandro de juegos en la orilla del mar. El niño, que cumplió el pasado 4 de junio un añito, se entretuvo con la arena, jugando con un cubo y unas palas, y también con una pelota. Más tarde, la hija del ex presidente del Gobierno español se adentró en el mar con su hijo. Ana le miraba con ternura y se divertía con todos sus juegos.

¿Qué sucedió al final de la jornada playera? Pues que Ana se puso un caftán fucsia y un gorro blanco para protegerse del sol. Acompañada de la niñera, ella y Alejandro júnior volvieron al barco para reunirse con papá, que les esperaba con los brazos abiertos. Allí el matrimonio siguió disfrutando con los juegos del pequeño. Y es que Ana y su marido son incondicionales de Cerdeña desde que la visitaron en su luna de miel. La pareja celebrará el próximo día 5 de septiembre su tercer aniversario de boda. La familia Aznar es habitual de las costas italianas, donde tienen muchos amigos, como el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi.

Silvio asistió también a la boda, como recordarán desde luego mis sufridos lectores. Silvio y Alejandro comparten algunos secretos. Silvio y José María Aznar comparten, asimismo, una parecida filosofía política, a la que denominan liberal. Silvio es multimillonario: su inmensa fortuna siempre ha sido asociada a equívocos y oscuros orígenes. Aznar no es tan ricachón, pero empieza a parecerlo. ¿Cuáles son los negocios de Agag? ¿El sueldo, ciertamente alto, del marido de Ana Aznar Botella da tanto de sí como para cubrir estas exhibiciones de velero y de niñera para vacaciones en el mar? Ser director general del Banco Portugués de Negocios en la sucursal de Londres otorga rango y categoría. No parece tan claro que proporcione el dinero suficiente para tamaña ostentación. ¿A través de Ana y del hijo mayor de Aznar, y del yernísimo, llegará el día en que pueda saberse el alcance de la conexión con Berlusconi?

¿Y la conexión con Gran Bretaña, aparte de la residencia del matrimonio en Londres y de las amistosas relaciones del ex presidente con Tony Blair? Subrayo lo del Reino Unido porque en la foto del beso en la boca se ve en primer plano, izada en el mástil del yate, la bandera británica. Pero, ¿cómo una familia tan española como la familia Aznar puede consentir que su hija y su yerno se paseen en barco por el Mediterráneo, retozando en la cubierta del velero, bajo la enseña de la nación que mantiene todavía la colonia de Gibraltar, una espinita que los buenos españoles continúan llevando clavada en el corazón, y que acaba de festejar recientemente el bicentenario de la triste derrota española de Trafalgar, acontecida en aguas gaditanas en octubre de 1805? ¿Dónde queda el heroísmo del almirante Churruca, cuando proclamó con estremecedora gallardía: Si llegas a saber que mi navío ha sido hecho prisionero, di que he muerto. Y segundos antes de morir, atravesado por los disparos de los marineros ingleses, Churruca declaró ante sus subordinados: Esto no es nada. Siga el fuego.

Ignoramos, sin embargo, si los alegres días del matrimonio Agag-Aznar se desarrollaron antes o después de los atentados de Londres. Diez minutos no precisa las fechas del yate en las aguas de Cerdeña. Quizás la enseña británica en la embarcación obedeció a una orden o una sugerencia del mismísimo Aznar. Leo en El Mundo que el anterior presidente del Gobierno, en su calidad de presidente de la FAES, dijo el otro día: El ataque contra Londres lo sentimos como un ataque contra nosotros mismos. Y añadió que, tras los atentados, la sala donde se han celebrado los cursos de verano de la FAES estuvo presidida por la bandera británica. Si hubiera sido así, entenderíamos que en el yate luciera también la enseña del Reino Unido. Todos juntos hemos de estar, unidos y bien unidos, contra el terrorismo y hasta estaríamos dispuestos a revisar nuestras críticas acerca de Gibraltar o Trafalgar, por ejemplo.

Lo que predicaba el padre Peyton, sacerdote católico norteamericano, cuyas raíces podrían ser probablemente inglesas, sigue ahora siendo más válido que nunca: La familia que reza unida permanece unida. Pues bien, la unidad de la familia logrará preservarla de todos los males que le aguardan, malignamente promovidos por los masones que encabeza Zapatero. Del mismo modo la unidad de España, que el susodicho Zapatero, codo a codo con Maragall, Carod, Ibarretxe y Quintana, trata de pulverizar, sólo se garantizará defendiéndola con uñas y dientes unidos. Asimismo, las acechanzas criminales de los moros únicamente serán frenadas mediante la unidad inquebrantable de las naciones libres del Occidente cristiano, como Estados Unidos, Gran Bretaña, España, Italia y, por supuesto, el Vaticano.

En cuanto al Vaticano, no obstante, habrá de prevalecer la doctrina Rajoy, perfectamente explicada por el presidente del PP en la Universidad San Pablo-CEU, tras ser interpelado por un alumno inquiriendo las razones por las que el PP no hizo caso a Juan Pablo II respecto a la guerra contra Iraq. Dijo Rajoy: En Iraq mantuvimos la posición que creímos que teníamos que mantener. Los Estados no están para hacer todo lo que dice la Iglesia católica, sino para garantizar que la gente pueda ejercer con libertad su opción religiosa. Por eso se hizo la guerra salvadora de Iraq. Ahora todos los habitantes de Iraq y sus niños, si no mueren en alguna emboscada, pueden ejercer libremente su opción religiosa. Y en los yates de placer de sus hijos o hijas pueden ya izar la bandera que quieran. ¡Viva la libertad que poseen el matrimonio Agag-Aznar, su niño, el que vendrá y la niñera, y que pronto estará al alcance de todos los ciudadanos de Iraq; los supervivientes, naturalmente