Es segunda vez que me lo hace. La primera le armé bronca y me prometió que no lo iba volver a hacer. Y ahora otra vez, sale de farra y luego me dice que prefiere no conducir así, que piense que ahora vivimos fuera de la ciudad... Hemos hablado por bastante tiempo del asunto y no logro que entienda por qué dormir fuera de casa por gusto es una falta de respeto a mí y a nuestro matrimonio, y me hace sentir como que no tiene ganas de estar conmigo o que está conmigo cuando no tiene otra cosa mejor que hacer. Según él, eso no es cierto, ni me está faltando el respeto ni es por no estar conmigo. A mí me parece infantil el argumento que me da de que eso es lo que quiere hacer, como que la vida se tratara de lo que queremos hacer nada más. También me parece que pretende vivir como que todavía estuviera soltero. ¿Cómo le hago entender que no es bueno que el pase la noche fuera de casa?