Sí, definitivamente estoy de acuerdo, las mujeres somos complejas al mismo tiempo que maravillosas.
Y debe ser algo intrínseco a nuestra naturaleza o bien a nuestra cultura el competir unas con otras, y esto a veces es muy desagradable.
Yo por ejemplo con la mamá de mi novio procuro no tener demasiado trato porque ya he advertido desde el comienzo de nuestra relación esos celillos típicos de la madre hacia la nueva mujer en la vida de su hijo, pero la verdad es que huí como del diablo, nunca quise empezar esa batalla, así que opté por tener un contacto mínimo, tampoco somos una pareja de andar en familia, mas bien vamos a nuestro aire, lo cual facililita un trato cordial con las familias.
Pero fijaros que curioso que ahora veo la misma situación pero con mi madre, pues desde que mi hermano se casó y mas desde que ha sido padre noto a mi madre un tanto recelosa..., y además me toca a mi comerme el marrón, porque se desahoga conmigo, y lo que no se atrave a decirle a mi hermano y menos a mi cuñada me lo cuenta a mi..., y me calienta la oreja que no veais.. jajajajaj
Bueno el caso es que parece ser una realidad esta especie de competición o lucha de poder entre suegras y nueras..., y dentro de eso hay grados de intensidad y casos mas radicales que otros.
En mi opinión hay que tratar de tener los enos conflictos posibles por el bien de todos y todas..., y a veces es un reto dificil, creo que la solución está en que tanto suegras como nueras, madres e hijas, cuñadas y hermanas...etc reconozcamos el lugar de las otras mujeres, ninguna tiene que pisar el terreno de la otra, porque son lugares distintos, pero me da la sensación de que hace falta tener la cabeza muy bien amueblada y la autoestima muy trabajada para que nuestros instintos no nos la jueguen.
Es un llamamiento a nuestra tolerancia y a nuestra inteligencia, seamos generosas y respetuosas unas con otras, y si no se puede, creo que lo mejor es la distancia.
saludos