Wow, gracias por leer todo mi largo comentario. Lo leíste hasta el final, parece, y lo de los gaveteros fué lo único en lo que encontraste cómo liberar tus energías.
Je, je, pobre Kiniro. Resulta que sí, él me deja tener mis gaveteros, y yo lo dejo tener sus colecciones de miniaturas. La verdad no me he puesto a contar quién concede mas permisos, si él o yo. Porque él y yo no estamos en guerra, tenemos una relación armoniosa.
Aunque lo de darme permiso más es una forma de hablar, es que no hay que tomarselo todo tan literal. El idioma español (¿o mejor te digo el castellano para que no me malentiendas?) es muy variado, en cada país hay diferentes expresiones.
Es que como la casa es de los dos... no vivo sola, y la pagamos entre los dos, entonces los dos opinamos y decidimos. Yo le pregunto, y él me pregunta.Yo le pido permiso, y él me pide permiso. Eso se hace en todas partes, en las relaciones de pareja, en la oficina, en todos lados.
En mi trabajo, si quiero poner música alta, por ejemplo, pido permiso primero, no se trata de ser esclava, se trata de respetar para que me respeten.
Claro, sé por qué reaccionas así, a la ofensiva. Yo también he tenido que estar con la espada desenvainada en algunas épocas de mi vida. Pero no es éste el caso con mi esposo. No necesito decirle que soy mujer liberada para conseguir mis gavetas. Se gana más halando que empujando.
Ojalá que algún día tengas una relación así, basada en respeto y cooperación.
Te aconsejo que vuelvas a la secundaria para que te enseñen a leer, porque hay algo que se llama Idea Principal. Y la idea de mi comentario no era hablar de quién le da permiso a quien, sino de cooperar y saber ceder. Justo lo contrario de compararse y medir machito versus hembrita.
No entendiste nada.
Buenas noches.